lunes, 26 de octubre de 2015

Día de Muertos,Miquiztli, Muerte.

¿Acaso de verdad se vive con raíz en la tierra?
No para siempre en la tierra: sólo un poco aquí.
Aunque sea de jade se quiebra,
aunque sea oro se rompe,
aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.
No para siempre en la tierra: sólo un poco aquí.

Nezahualcoyotl.




En la concepción autóctona del altiplano central de México, Mictlan, es el lugar del reposo y la quietud, destino final de los muertos. Miquiztli, 'muerte', es renovación y transformación: dualidad muerte-vida en un ciclo perenne. Omnipresente en tiempo y espacio: en los procesos biológicos, lo mismo en la germinación de una semilla de frijol, que muere para dar paso al brote de una pequeña planta en un rascacielos, que en una fiesta tradicional celebrada en un camposanto, en Amilcingo, Morelos que en Tzintzuntzan, Michoacán o Mixquic, D. F. con comida y bebida acompañada de música de bandas de pueblo o de mariachis. Figura también como sexto día de los 20 que conforman el Metztli o ciclo "mensual" de la cuenta del tiempo en el México ancestral.

Miquiztli, está asociado con el Mictlan, 'entre los muertos' región de quietud, destino de los muertos. El rumbo del norte, se denomina en lengua náhuatl: Mictlampa y se relaciona con el color negro o el blanco. En el códice Borgia podemos apreciar una representación pictográfica donde aparecen fundidos: Ehecatl-Quetzalcoatl y Mictlantecuhtli, simbolizando la dualidad vida-muerte.

En el Códice Boturini o "Tira de la Peregrinación", documento histórico, elaborado en escritura pictográfica Nahuatl, se encuentra una lámina que describe un pasaje, donde cuatro personajes llamados teomamah, 'cargadores de difuntos' llevan a cuestas en sendos bultos mortuorios, uno de los cuales corresponde al difunto Huitzilopochtli, (cabeza humana asomando por el pico de un colibrí) quien fungía como guía, en el "peregrinar" del grupo Mexica.

La relación entre el difunto Huitzilopochtli y los mexihtin, gentilicio que asumen estos al inicio de su migración y que deriva de Mexih, nombre que también designa a Huitzilopochtli. Este es el más remoto antecedente histórico registrado, sobre las relaciones sociales entre todo un Pueblo y sus difuntos.

Meses en que se celebraban las festividades y ceremoniales, en honor de los difuntos:


 
 TLAXOCHIMACO, 'Se ofrecen flores mutuamente'. En las casas se ponían pequeñas ofrendas dedicadas a los niños ya fallecidos, por ello este mes también se llama MICAILHUITONTLI, 'Pequeña fiesta de muertos'. Diego Durán describe su pictografía: un muerto amortajado con una bandera enhiesta en la espalda .Como se puede observar en la parte derecha de la imagen.
 

 





Durante este mes se hacían ofrendas a Huitzilopochtli, para cuya festividad, se hacían tamales y se guisaban gallinas y perros para la comida. La ceremonia se iniciaba al amanecer con ofrendas de flores, copal y comida a Huitzilopochtli. Después de la ceremonia se empezaba el convivio. Al medio día, en el patio de la Huei Teocalli se hacía una solemne danza, que era guiada por los guerreros tenochcas más valientes. En esta danza, asidos de las manos se alternaban un hombre y una mujer, cantando y culebreando, haciendo pasos sobrios al compás del son y del canto, a un ritmo muy lento y pausado.


 

XOCOHUETZI, 'Cae fruta' en este mes, se recordaban a los difuntos mayores, éste mes también se conoce como HUEYMICAILHUITL, 'Gran fiesta de muertos', a los difuntos se les ofrecen frutos, guisos y los dulces que les gustaban en vida, además de ropas y herramientas, según su oficio. Esta fiesta se realizaba en los patios de las casas.







 

TEOTLEHCO, 'Sube el difunto', (coincide con noviembre) en este metztli `mes' se celebraba en la antigua Anahuac la fiesta dedicada especialmente a Huitzilopochtli, también conocido como Mexih, que como difunto guió la migración de los Mexihtin (aztecas) desde su salida de Aztlan hasta la fundación de Tenochtitlan donde permaneció enterrado en la Huei Teocalli, gran casa del Sol, (hoy Templo Mayor) hasta la invasión española.







 En el día Cuauhtli, 'águila', de este mes, se adornaban las casas con carrizos atados de tres en tres con flores, en honor al difunto Huitzilopochtli: al llegar la noche se hacía una fiesta en la que todos, comían y los ancianos bebían meoctli (bebida fermentada), compartiendo estos alimentos con los difuntos.
En las ofrendas se colocaban todo tipo de alimentos y productos del campo que disfrutaba el difunto. No faltaban el sahumador prendido ni el maíz de los cuatro colores señalando los rumbos: Amarillo para el oriente, rojo para el poniente, blanco o negro para el norte y azul para el sur.


 
 TOXCATL 'falta de agua', y una de sus representaciones era un collar de palomitas de maíz. Este metztli 'mes' estaba dedicado a las fiestas de Tezcatlipoca y Huitzilopochtli; según un manuscrito de 1553 que se conserva en el Escorial, y que cita Gómez Orozco, también en este mes se hacía una fiesta en memoria de los difuntos: se ofrecían muchas gallinas, maíz, mantas, vestidos y comida. En cada casa se hacía gran fiesta, sahumando con incienso las ofrendas de sus difuntos, y cada año hacían lo mismo
.





QUECHOLLI 'cuello de hule'. En el quinto día de este mes, dice Sahagún; se hacía una ceremonia para los muertos en la guerra, hacían unas saeticas pequeñas [sic] que ponían sobre las sepulturas de los difuntos, también ponían un par de tamales dulces. Al final del día encendían las teas y quemaban las saetas y las teas y las cenizas y carbón lo enterraban sobre la sepultura del difunto.











IZCALLI 'renacimiento'. En este mes, narra Sahagún se celebraba el Huauhquiltamalqualiztli fiesta en la que se comían tamales en todas las casas y ofrendaban un tamal sobre cada una de las tumbas de sus difuntos, para después consumirlos ellos.




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