La Santa Muerte:Un Arcangel Creado por Dios cuyo nombre real es Azrael.
Origenes
Azrael (en árabe عزرائيل) es uno de los nombres que recibe el ángel de la muerte entre los judíos y musulmanes. Tiene por misión recibir las almas de los muertos y conducirlas para ser juzgadas
También es llamado Abu Yaria (أبو
جارية) por algunos
musulmanes y Mordad (مورداد)
entre los persas. Su nombre deriva del árabe Izrail (que significa "Aquél
a quien Dios ayuda"), en el islam contrario a lo que piensan muchos no
aparece este nombre en ninguna parte del Corán ni en ningún hadiz pero si
aparece la figura del ángel de la muerte o Malak al-Mawt (ملك الموت) siendo Izraill solo un nombre atribuido sin
base en la aqidah (fe islámica) Otros de los nombres que se le atribuyen son:
Azrail, Ashriel, Azaril, Azriel, Baltazar y Ozrye.
En textos angélicos nos dicen que el color de la luz que le
rodea es color blanquecino y su cristal es la calcita amarilla. También lo
asocian con el color, plata, bronce, rojo y negro.
Creación de Dios y Proposito
Poco
después su creación, Azrael fue asignado para estudiar un fenómeno no
bien-entendido por el Cielo en ese momento: la disposición de almas humanas.
Los ángeles habían sabido mucho tiempo que algunas almas humanas llegaron al
Cielo porque se había ofrecido la reencarnación y olvido, pero nadie realmente
supo donde iban las almas. Azrael añadió a su nombre la palabra de Muerte para
llevar a cabo sus deberes. Azrael aprendió a rastrear las almas humanas después
de la muerte, otros ángeles han sido incapaces de realizarlo. Él confirmó esa
reencarnación y la más gran revelación era el destino de los humanos que eran
pasados a un reino inferior por su egoísmo y envidia. Este reino inferior o
reino de abajo había sido un lugar abandonado y vacío dónde el alma del muerto
estaba para siempre en el aislamiento miserable. Pero entonces los Ángeles
Caídos llegaron, y el lugar se volvió conocido como el Infierno. Los demonios
estaban torturando y a veces estaban destruyendo las almas condenadas y
confinadas allí. Esta revelación espantó el Cielo. Azrael se elevó al estado de
Arcángel, y dado el deber de no asegurarse ninguna alma se dirigió erradamente
fuera del Cielo. Él y sus servidores separarían fantasmas y sombras suavemente
de sus cadenas, recuperarían las almas humanas de los dominios etéreos, e
impedirían a los demonios exigir cualquier alma que no perteneció a ellos. Él
no podía aceptar que las almas que se condenaron al Infierno sufrieran para
toda la eternidad por errores que ellos habían cometido en sus existencias
mortales. Así que el Arcángel de la Muerte empezó atendiendo al condenado,
saliendo furtivamente al Infierno para localizar almas humanas que podrían ser
convertidas a almas buenas. Azrael les dijo a sus Servidores que les enseñaran
también a los humanos a aceptar la Muerte; que era meramente una transición a
su próximo estado, y que si ellos vivieran bien sus vidas, no tenían ninguna
necesidad de temerle. En el cielo se creyó que Azrael rechazaba estar en el
este, por sus constantes salidas con todo su coro, Azrael quiso continuar su
misión, y dedujo que él tendría más libertad para llevarla a cabo dejando el cielo
pero nunca ha dejado de servir a Dios. Azrael y su coro tienen cuatro misiones
ahora: Primero, ellos buscan separar fantasmas y demonios de sus lazos corpóreo
o etéreo, para que estas almas sigan a su último destino. Segundo, ellos cazan
a las almas que pertenecen a los demonios y las destruyen dondequiera que ellos
se las encuentran. Tercero, ellos intentan dirigir a los humanos cerca de la
muerte hacia su destino, y fuera de su destino, o por lo menos les da una
segunda oportunidad en la rueda de la vida. También ellos son enemigos
implacables de los Demonios del Infierno que promueven la muerte. Por último,
Azrael continúa su misión de atender al condenado. Es ahora mucho más
peligroso, y él sólo puede bajar de vez en cuando al Infierno, para encontrar esas
almas que podrían trasformarse en buenas y así pasar las fronteras de algunos
de los Principados del Infierno. Él no discute este aspecto de su trabajo,
nadie sabe cuántas almas podría haber salvado, o cómo él los rescata del
Infierno, o donde van las almas que el ayuda, a los Cielos más Altos, a otra
reencarnación, o simplemente al olvido.
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ResponderBorrarLa reencarnación no existe, si hiciste las cosas bien, entraras al paraiso. Si la cagaste, Azrael te da una patada en el culo y al infierno. No hay segundas oportunidades, esa es la gran mentira que usas las religiones indues o el catolicismo moderno para obtener masas y poder politico. La muerte es santa, purga el mal, lo elimina.
ResponderBorrarEsta muy bien redactado, de echo es muy interesante la historia de Azrael, pero la hiciste mas interesante y entretenida
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